Construidos en 1929, son típicos del Course Landaise, el deporte gascón por excelencia.
El 14 de julio, con motivo del Cuerno de Oro, dan la bienvenida a todos los aficionados a la disciplina. Al son de las bandas, el esparcidor tendrá que enfrentarse a una enorme bestia salvaje, madre o hermana de un toro, que se lanza de cabeza y con los cuernos hacia adelante. El objetivo es sortear diferentes figuras valoradas por un jurado.
Los saltadores, “hombres voladores”, contribuyen al éxito de estas pruebas mediante saltos de ángel, volteretas y saltos con boina.
Los saltadores, “hombres voladores”, contribuyen al éxito de estas pruebas mediante saltos de ángel, volteretas y saltos con boina.